Para una conversación
productiva con Dios, es necesario que cada día medites en su Palabra y hables
con él. Es por medio de la reflexión bíblica que recibes el sabio consejo de
Dios; y es por medio de la oración que le expresas tus dudas y necesidades
específicas. ¡Un verdadero diálogo!
Mientras más tiempo dediques al diálogo con Dios...
Captarás su clara
“voz” en tu interior que te dice: “Yo soy, el que habla contigo” (Juan 4:26).
Tendrás la certeza
que él está siempre pendiente de todas tus cosas. “Los ojos de Jehová están sobre los justos, y
atentos sus oídos al clamor de ellos” (Salmo 34:15).
Tendrás la
certeza de su cercanía constante y activa a lo largo de tu peregrinar por los
áridos caminos del mundo. “Jehová es mi pastor; nada me faltará... aunque ande en
valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo”
(Salmo 23:1,4).
Tendrás la
certeza de su poder sobrenatural. “Yo conozco que todo lo puedes, y que no hay pensamiento que
se esconda de ti” (Job 42:2).
Tendrás la
certeza que sus promesas son fieles y verdaderas. “Porque todas las promesas de Dios son en él
Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios.” (2
Corintios 1:20).
Mientras más tiempo dediques al diálogo con
Dios...
Tendrás la
certeza que nada ni nadie sobre la tierra puede satisfacer tu alma. “¿A quién tengo
yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra.”
(Salmo 73:25).
Tendrás el
deseo intenso y espontáneo de ayudar a tu prójimo, por sentirte compenetrado
(a) con el ejemplo de Cristo. “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis
amor los unos con los otros” (Juan 13:35).
Le hallarás sentido
a las pruebas diversas. “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en
diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas
tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que
os falte cosa alguna” (Santiago 1:2-4).
Tendrás la certeza
que él siempre te enseñará. “Te preguntaré, y tú me enseñarás” (Job 42:5).
Sin duda que
subirás de nivel espiritual. “Para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el
ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; para que
habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y
cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos
cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el
amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda
la plenitud de Dios” (Efesios 3:16-19)
¡DIOS TE HABLA Y TE
ESCUCHA!
Por eso es
necesario que quites todo obstáculo que te impida asimilar su voz y creerle,
todo lo que te impida comunicarte eficazmente con él; necesitas apartarte de
toda interferencia que te impida escucharle y hablarle. “Desechando, pues, toda malicia, todo engaño,
hipocresía, envidias, y todas las detracciones, desead, como niños recién
nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para
salvación” (1 Pedro 2:1-2)
Pon atención a la respuesta que ahora te da en su
Palabra y reflexiona despacio en ella...
“Hijo mío, no te olvides de mi ley, y
tu corazón guarde mis mandamientos; porque largura de días y años de vida y paz
te aumentarán. Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; Átalas a tu
cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón; y hallarás gracia y buena opinión
ante los ojos de Dios y de los hombres. Fíate de Jehová de todo tu corazón, y
no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él
enderezará tus veredas. No seas sabio en tu propia opinión; teme a Jehová, y
apártate del mal; Porque será medicina a tu cuerpo, y refrigerio para tus
huesos... Cuando te acuestes, no
tendrás temor, sino que te acostarás, y tu sueño será grato. No tendrás temor
de pavor repentino, ni de la ruina de los impíos cuando viniere.”
Proverbios 3:1-8, 24-25
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José Alfredo Liévano.
PENSEMOS EN DIOS
@JAlfredoLievano
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