miércoles, 17 de agosto de 2016

MANTEN TU LAMPARA ENCENDIDA.


Enfoca tus prioridades en alimentar tu vida espiritual; esto es lo que realmente importa para que sepas vivir en la tierra conforme a la voluntad de Dios. No permitas que las presiones, las atracciones y los afanes diarios te absorban. Al respecto, nuestro Señor Jesucristo nos enseña:

“No solo de pan vivirá el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”
Mateo 4:4

“Orad sin cesar”
1 Tesalonicenses 5:17


El ambiente terrenal que te rodea está saturado de espejismos seductores que hacen que te enfoques en las apariencias, como si fueran reales; por eso es importante que cultives continuamente tu vida espiritual mediante la oración y la reflexión bíblica. Es importante que mantengas “encendida tu lámpara” para que no pierdas la noción de la realidad de Dios manifestada en Jesucristo, la noción de tu identidad espiritual, la noción de tu misión sobre la tierra y de tu destino eterno.
¡Cuidado con los espejismos! Las cosas no son como en realidad las ves. El mundo está lleno de laberintos que parecen correctos, pero son caminos que no llevan a ninguna parte. ¡Mucho cuidado!

Es necesario que mantengas los “ojos espirituales” abiertos hacia el cielo para ver más allá de las “cuatro paredes” del mundo y encontrarle sentido a tu estadía en él.

Es necesario que mantengas tus “oídos espirituales” abiertos para que sepas discernir la voz de Dios en medio de otras “voces” que parecen convincentes y verdaderas.

Es necesario que te mantengas activo (a) haciendo la obra que Dios te ha encomendado en el lugar donde te ha colocado.

Es necesario que tu estilo de vida sea un potente faro de luz que alumbre con un testimonio de vida apegado a las enseñanzas de Cristo.

Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras lámparas encendidas; y vosotros sed semejantes a hombres que aguardan a que su señor regrese de las bodas, para que cuando llegue y llame, le abran en seguida.”
Lucas 12:35-36

“Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios.
1 Tesalonicenses 5:6



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¡MANTEN TU LAMPARA ENCENDIDA!

“Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; más las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas. Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan. Más las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas. Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta. Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco. Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.”
Mateo 25:1-3




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José Alfredo Liévano.

PENSEMOS EN DIOS
@JAlfredoLievano

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