La salvación de
tu alma no procede de tus esfuerzos personales, ni de tus méritos; la Biblia es
muy enfática al ofrecer esta enseñanza. “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no
de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.”
(Efesios 2:8-9) Tu salvación procede de Dios; fue él
quien puso en tu corazón el deseo de escuchar el mensaje del Evangelio y la
capacidad de discernirlo; así como el impulso espontáneo de arrepentirte, cambiar
y practicar su Palabra. “Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer
como el hacer, por su buena voluntad” (Filipenses 2:13). Se trata de una iniciativa misericordiosa de
Dios; sin duda que se trata de un motivo enorme para que le des las gracias por
haber puesto sus ojos en ti desde toda la eternidad. “Con amor eterno te he amado; por tanto, te
prolongué mi misericordia.” (Jeremías
31:3)
Es Dios quien puso en ti el deseo intenso en el
corazón de buscarle. No te preguntes “por qué”, simplemente lo hizo. Al
respecto escribe el apóstol Pablo en la carta a los romanos: “¿Qué, pues,
diremos? ¿Qué hay injusticia en Dios? En ninguna manera. Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga
misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. Así que no depende del
que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. Porque
la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti
mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra. De manera que de quien quiere, tiene
misericordia, y al que quiere endurecer, endurece. Pero me dirás: ¿Por qué,
pues, inculpa? porque ¿quién ha resistido a su voluntad? Mas antes, oh hombre,
¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo
formó: ¿Por qué me has hecho así? ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro,
para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra?” (Romanos 9:14-21) No hay duda que
son actos incomprensibles que no tienen explicación; sin embargo, es necesario
que te mantengas velando en oración y reflexión bíblica para que te mantengas
firme y constante en los propósitos de Dios. “Velad y orad, para que no entréis en
tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.”
(Mateo 26:41)
Recuerda...
DIOS
TE ESCOGIO PARA SALVACION
“Pero nosotros debemos dar siempre
gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios
os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación
por el Espíritu y la fe en la verdad”
2 Tesalonicenses 2:13
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José Alfredo Liévano.
PENSEMOS EN DIOS
@JAlfredoLievano
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